“Y ahora llegamos al problema crucial: ¿Cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos? Cómo mantener a nuestra mente y a nuestro cuerpo en ese estado de armonía que dificulte o imposibilite el ataque de la enfermedad, pues es seguro que la personalidad sin conflicto es inmune a la enfermedad” Dr. Edward Bach
En los tiempos de hoy el ser humano tiene que convivir entre el consumismo desmedido y una revolución tecnológica avanzando a pasos acelerado. La inmediatez de la información globalizada que nos hacen partícipes de alegrías, pero también nos llenan de angustias y de sobresaltos. La agitada competencia laboral que conjuntamente con las exigencias de las relaciones familiares, colocan al límite la salud emocional.
Todo esto genera alteraciones emocionales que llevan a un estrés permanente. Cambios de humor que van de una súbita tristeza,a una ansiedad descontrolada. Momentos de angustia muchas veces incomprensibles, llantos que sorprenden, rabias, malestares simples. Estados de pánico que inciden cada vez más en el comportamiento de muchas personas.
En el argumento filosófico expresado por el doctor Bach en sus escritos podemos leer: “La enfermedad es la reacción a las interferencias. Es el fracaso temporal y la infelicidad, y ocurre cuando permitimos que los demás interfieran con nuestro propósito en la vida e implantan en nuestra mente la duda, el miedo o la indiferencia.”
Cada experiencia en el ser humano genera diversas emociones sin importar el grado de cultura, de educación académica, de religión, o de valores. Los distintos tipos de personalidad, las actitudes y las creencias que se tenga sobre el mundo incidirán en mayor o menor grado en la forma de sentir.
El asunto de las emociones puede llegar a convertirse en un problema de salud que merece atención. Es en el día a día donde se fragua la sanidad emocional. Conocer nuestro comportamiento emocional, identificar e ir al origen que ocasiona la alteración, proporciona herramientas para ayudar en el proceso para desbloquear las situaciones emocionales negativas.
Las emociones no son ni buenas ni malas, son un aspecto muy complejo en el ser humano. Se expresan de manera positiva o negativa. Pueden ser exteriorizadas como quedar presas en el mundo interior de cada quién. Modifican el comportamiento, la comunicación, el aprendizaje y desenvolvimiento del individuo.
No se necesita llegar a estar enfermo para buscar ayuda. Son esos altibajos emotivos que surgen de manera casual, lo que debe hacer que se preste atención preventiva. Un tratamiento con los remedios florales de Bach a tiempo, permite a la persona mantenerse alerta a las influencias externas. Fortalece su capacidad de reacción ante circunstancias imprevistas.
Con los remedios florales de Bach se busca adentrarse en la intimidad del hombre para abordar de ahí la verdadera causa de las enfermedades. Pero es el propio individuo que a través del amor por sí mismo y la responsabilidad por su salud integral, quién deberá mantenerse alerta a factores de perturbación emocional.
¿A qué señales debemos estar atento para prevenir alteraciones emocionales fuertes?
Nuestro cuerpo comienza a mandarnos señales que muchas veces pasan desapercibidas hasta que se convierten en molestias severas.
Estar atentos a las siguientes reacciones pueden ayudar a prevenir un desequilibrio emocional.
–Físicamente puede aparecer; tensión muscular, insomnio frecuente, dolores de cabeza, molestias digestivas, sarpullidos inesperados, dolores de espalda, en los hombros, en las extremidades.
–En el comportamiento puede presentarse; cambios de humor, incremento de adicciones como fumar, comer, tomar, o bien puede presentarse pérdida del apetito, bruxismo, llanto inesperado.
–Intelectualmente podemos tener ; pensamiento disperso, dificultad para tomar decisiones, olvidos frecuentes, falta de concentración.
–Emocionalmente puede manifestarse; irritabilidad, miedos a situaciones cotidianas, inseguridades, susceptibilidades, ataques de pánico, fobias.
El doctor Bach cuando escribe Los doce remedios, reflexiona acerca de las bondades de la naturaleza como un regalo del Creador. Entre otras ideas expresa lo siguiente:
“Así pues, debajo de las enfermedades subyacen nuestros temores, nuestras ansiedades, nuestras concupiscencia, nuestros gustos y fobias. Descubramos cuáles son y curémoslos, y, al curarlos, desaparecerá la enfermedad que sufrimos. Desde tiempos inmemoriales se sabe que se han puesto en la naturaleza medios providenciales de prevención y curación de las enfermedades, con hierbas, plantas y árboles divinamente enriquecidos. Al tratar los casos con estos remedios, no se tiene en cuenta la naturaleza de la enfermedad; se trata al individuo, y al mejorar éste se va su enfermedad, expulsada al mejorar la salud”
Libros sugeridos:
La curación por las flores del doctor Edward Bach
Taller de flores de Bach por Stefan Ball
Infusión verde y algo más 